mitos ...
Mitos Asociados a la Vejez:
• El sexo es sólo para procreación y no para diversión. Muchas personas piensan que la función reproductora del sexo es la única que es válida y por lo tanto, personas viejas no tienen por qué estar envueltas ni interesados(as) en el sexo. Esta posición ignora por completo el aspecto relacional y de diversión que muchos seres humanos también le asignan al sexo. Además, le quita la autonomía a la persona de decidir por si mismo cuál es la función del sexo.
• La excitación sexual se basa principalmente en la belleza física. La belleza física y el ser joven son dos factores que nuestra cultura relaciona a la atractividad erótica. Basta con ver la docenas de anuncios en los medios de comunicación que promueven productos para mantenernos luciendo “jóvenes” y atractivos(as). Muchas personas en nuestra sociedad se preguntan qué de atractivo hay en tener arrugas en la piel, ignorando el hecho de que aunque la atracción física jugó un papel importante en el inicio de la relación, otros factores muchos más importantes son los que se relacionaron a promover los vínculos emocionales que unen a una pareja. La comunicación íntima, la compenetración, la devoción entre una persona y la otra y el amor mantienen a una relación, con la consecuente expresión sexual en la pareja, no importando cómo el cuerpo luce ahora.
• El deseo de tener coito es alto en la juventud y se reduce rápidamente a través de la vida. Dentro de un matrimonio, es más alta en frecuencia durante los primeros años. Esta frecuencia se reduce a través de los años. Sin embargo, claramente las personas viejas quieren seguir teniendo coito y otras actividades sexuales, aún a avanzadas edades. La mayor razón por la cual personas mayores de 65 años no tienen coito es que no tienen parejas sexuales.
• El amor romántico apasionado es sólo para la gente joven. Este mito causa que, cuando la gente ve a una pareja de viejos ir de la mano y besarse apasionadamente, se burlen y le digan a la pareja de viejos que actúen apropiado a su edad. El amor es una emoción compleja y no deja de existir sencillamente porque hemos avanzado en edad. Las personas viejas pueden, y sienten, tanta pasión y amor como cualquier persona de otra edad.
• La anatomía sexual se deteriora según la persona se pone viejo(a). Este mito resulta de confundir lo que es “cambio” con lo que es “deterioro”. Todo el cuerpo cambia según avanza la edad (se pierde el cabello, se engorda, se arruga la piel, entre otros). Ninguno de estos cambios implica que se ha perdido la habilidad de funcionar como seres humanos, ¿por qué pensar que se ha perdido la habilidad de ser sexual? La mayor parte de las personas se mantienen en buen estado de salud aún pasado los ochenta años, especialmente esas personas que se han cuidado y se han mantenido activas. Los cambios que naturalmente ocurren pueden que requieran que la persona se adapte a la situación (como por ejemplo, el hombre tarda más en llegar a una erección según avanza la edad. El remedio es simplemente prolongar el juego sexual antes del coito).
Lo único que estos mitos contribuyen es a la angustia y culpabilidad que las personas viejas van a sentir por querer expresar la sexualidad que naturalmente sienten. Sin embargo, el pretender que el cuerpo es el mismo lleva a la persona a frustraciones y desencantos.
• El sexo es sólo para procreación y no para diversión. Muchas personas piensan que la función reproductora del sexo es la única que es válida y por lo tanto, personas viejas no tienen por qué estar envueltas ni interesados(as) en el sexo. Esta posición ignora por completo el aspecto relacional y de diversión que muchos seres humanos también le asignan al sexo. Además, le quita la autonomía a la persona de decidir por si mismo cuál es la función del sexo.
• La excitación sexual se basa principalmente en la belleza física. La belleza física y el ser joven son dos factores que nuestra cultura relaciona a la atractividad erótica. Basta con ver la docenas de anuncios en los medios de comunicación que promueven productos para mantenernos luciendo “jóvenes” y atractivos(as). Muchas personas en nuestra sociedad se preguntan qué de atractivo hay en tener arrugas en la piel, ignorando el hecho de que aunque la atracción física jugó un papel importante en el inicio de la relación, otros factores muchos más importantes son los que se relacionaron a promover los vínculos emocionales que unen a una pareja. La comunicación íntima, la compenetración, la devoción entre una persona y la otra y el amor mantienen a una relación, con la consecuente expresión sexual en la pareja, no importando cómo el cuerpo luce ahora.
• El deseo de tener coito es alto en la juventud y se reduce rápidamente a través de la vida. Dentro de un matrimonio, es más alta en frecuencia durante los primeros años. Esta frecuencia se reduce a través de los años. Sin embargo, claramente las personas viejas quieren seguir teniendo coito y otras actividades sexuales, aún a avanzadas edades. La mayor razón por la cual personas mayores de 65 años no tienen coito es que no tienen parejas sexuales.
• El amor romántico apasionado es sólo para la gente joven. Este mito causa que, cuando la gente ve a una pareja de viejos ir de la mano y besarse apasionadamente, se burlen y le digan a la pareja de viejos que actúen apropiado a su edad. El amor es una emoción compleja y no deja de existir sencillamente porque hemos avanzado en edad. Las personas viejas pueden, y sienten, tanta pasión y amor como cualquier persona de otra edad.
• La anatomía sexual se deteriora según la persona se pone viejo(a). Este mito resulta de confundir lo que es “cambio” con lo que es “deterioro”. Todo el cuerpo cambia según avanza la edad (se pierde el cabello, se engorda, se arruga la piel, entre otros). Ninguno de estos cambios implica que se ha perdido la habilidad de funcionar como seres humanos, ¿por qué pensar que se ha perdido la habilidad de ser sexual? La mayor parte de las personas se mantienen en buen estado de salud aún pasado los ochenta años, especialmente esas personas que se han cuidado y se han mantenido activas. Los cambios que naturalmente ocurren pueden que requieran que la persona se adapte a la situación (como por ejemplo, el hombre tarda más en llegar a una erección según avanza la edad. El remedio es simplemente prolongar el juego sexual antes del coito).
Lo único que estos mitos contribuyen es a la angustia y culpabilidad que las personas viejas van a sentir por querer expresar la sexualidad que naturalmente sienten. Sin embargo, el pretender que el cuerpo es el mismo lleva a la persona a frustraciones y desencantos.