Uno de los principales temores del Adulto Mayor es la discapacidad, que justamente es un elemento marcador de cómo la enfermedad o la pérdida funcional hacen perder la capacidad de conducir sus vidas. Este miedo por la discapacidad (el no ser capaz de valerse por si mismo) se podrá mantener alejado en la medida que desarrollemos no solo la búsqueda efectiva y el tratamiento de la enfermedad oculta, sino también desarrollar conductas que favorezcan la salud, como por ejemplo la práctica de ejercicio y una adecuada alimentación. En la medida que este humilde y sencillo consejo lo logremos desarrollar en acción, podremos inundar las calles en donde los niños crezcan con Adultos Mayores más sanos más felices y más activos.